Diapasón, Astrología e Incongruencia

Si te dijera cómo me matan las miradas de furia que delatan tus ojos cuando ven los míos.

Si tan sólo te pudiese mirar y que vieras reflejado todo lo que siento, todo lo que pienso, todas las lágrimas que me han envenenado por dentro.

Si escuchases a mi mirada.

Si cambiásemos el destino, 

Si rompiésemos las reglas, 

Si tomásemos la iniciativa,

Si parásemos de pensar en qué está pensando la persona a la que amamos,

¿qué pasaría? 

Si todas las ilusiones en las que creemos reventasen, 

Si la pompa de jabón en la que soñamos se estrellase, 

Si la nube que da vida a nuestra imaginación se deformase,

¿qué sería de nosotros?

De mí,

De ti,

De ambos,

De ninguno.

Si sabemos que no se puede resistir continuamente a una tentación,

¿por qué decides seguir siendo mi adicción?

Si tienes la certeza, pura y dura de lo que siento cuando te veo,

¿por qué has vuelto a iniciar el juego?

Si te digo que un juego puede llegar a ser un arma, ¿seguirías jugando, provocando?

Si quieres saber la respuesta, me estás tentando a apretar el gatillo y ponerle fin a esto.

Pero sé que sabes que no puedo, 

Sé que lo sabes todo, 

aunque parezca que no sabes nada.

Si peleamos a fuego cruzado, 

Si se condensa la tensión por la frialdad,

Si nos intentamos evitar el uno al otro, 

Si hay promesas que nunca se pronunciaron,

¿a qué has vuelto?

Puedes lanzar las cenizas contra el viento,

Puedes idealizar tu comportamiento, 

Puedes hacer lo que quieras,

Con quien quieras,

Cuando quieras.

Pero no conmigo.

Si recolectásemos todas las miradas, todos las sonrisas y todos los suspiros, servirían para miles de canciones románticas y cientos de novelas rosas.

Pero esto no es un cuento de hadas, 

Ni si quiera de príncipes ni princesas.

No es un paraíso idílico.

Si intento sacar a alguien de mi vida primero debería estar en ella ¿no?

Si te pregunto dónde estás tu,

¿qué contestarías?

Porque creo que eres un ilusionista, 

un mago, 

por estar donde no debes,

Por engañarme haciéndome creer cosas que obviamente ahora comprendo que no son del todo ciertas.

Si dejo de preguntarme qué ha cambiado y te lo pregunto a tí,

¿a quién vas a echar la culpa de que estemos así?

Voy a ser bondadosa y te voy a dar una pista: no hay culpables, sólo hay circunstancias, perdidas, desaprovechadas, malinterpretadas.

Si me reprochas por las palabras que pudieron salir de mi boca,

Pero que en cambio no lo hicieron. 

Si me odias por creer que has sido un iluso,

Por pensar en que las sonrisas eran invitaciones a caricias.

Si...

¿Y si en vez de creer estúpidas teorías sin fundamento, me preguntas y te saco de dudas?

¿Y si sellamos una tregua con besos, y firmamos la paz en la cama?

Si me propongo madurar, 

sé que me da a doler demasiado no esperar flores de tu parte,

Sé que no voy a poder soltar tu mano para ver cómo te alejas,

Sin mirar hacia atrás.

Si me prometo no llorar más,

Sé que me voy a fallar, 

Sé que cuando pase lo inevitable 

No voy a poder aguantar.

Pero también sé que cuando te vayas,

Ahora mejor que luego,

Y hoy mejor que mañana,

Voy a poder saborear cada bocanada de aire,

Voy a poder disfrutar de los amaneceres tanto como de los atardeceres.

Voy a poder caminar sin preguntarme si vas a estar allí juzgándome con esos ojos,

No sé si apenados o furiosos,

No sé si enamorados o cansados.

No sé absolutamente nada.

Contigo nunca tuve la certeza de nada.

Sólo sé que tú fuiste mi circunstancia,

Sólo sé que tú eres mi batalla,

Sólo sé que tú serás 

...

Aún no lo sé 

Contigo ya no sé absolutamente nada.

Contigo sólo sé que no quiero saber nada. 

Absolutamente nada.

Pero sólo te pido que cierres la puerta cuando te vayas,

Pero no tardes, por favor 

Y tampoco vuelvas.

Te pido tantas cosas porque no puedo hacerlas yo,

Porque te quiero,

Porque siento que una parte de mí me abandona contigo,

Pero me pregunto cómo he podido enamorarme de alguien del que sólo conozco la sonrisa.

Pero ahora sólo quiero que vivamos en paralelo, en el mismo lugar y a la misma hora,

Pero sin mirarnos,

Sin percatarnos de la presencia del otro.

Solamente viviendo sin pensarnos,

Sin que tus amigos sepan quien soy,

Sin que los míos sepan quien eres,

Sin que exista esa tensión que nadie sabe dónde a nacido,

Sin que me tenga preguntar por qué ahora vuelves a mirarme.

Dejemos de hacer patrones

Dejemos de ver figuras en las nubes,

Dejemos de no dejarnos olvidar. 

Por eso cierra la puerta y tira la llave,

Porque no creo que tú quieras esto,

Porque no creo que tú me quieras.

Por eso te digo adiós, 

con la mejor de mis sonrisas.

Porque ya puedo sentir cómo regresa el aire a mis pulmones,

Porque ya me da igual lo que pienses de mí,

Porque las estrellas fugaces vuelven a surcar los cielos,

Porque en fin,

ya vuelvo a ser yo.

Y como escribió Paulo Coelho:

"Si eres lo suficientemente valiente como para decir adiós,

la vida te recompensará con un nuevo hola".