"Fuego somos donde mariposas se suicidan"


Y si Cupido no es un niño caprichoso que se dedica a lanzar flechas a la gente,
y si Cupido es nuestro corazón que simplemente quiere contradecir a la razón,
y si somos nosotros mismos los que nos destrozamos por dentro
porque somos incapaces de construir una muralla para evitar que nos destruyan.

Y si dejamos de apostar sólo cuando sabemos que vamos a ganar,
y si vivimos con riesgos, con la incertidumbre del que no sabe que va a pasar,
porque en el amor no siempre se gana,
pero siempre se recuerda.

Porque a veces ni la hoguera más viva puede derretir un corazón helado,
porque no siempre el llanto muestra vulnerabilidad y la risa esconde dolor,
porque no siempre somos tan fáciles de entender como un día soleado,
porque nunca sabes lo duro que será.

Porque a pesar de las pistas que sugieren que todo va a acabar,
de los portazos que indican que las cosas van mal,
de las noches abrazada a tu peluche,
esperando despierta cada madrugada,
piensas que volverá, que cambiará.

Porque aunque sepamos que una cosa es la literatura y otra la vida real,
seguimos idealizando, seguimos sintiendo demasiado,
seguimos buscando a ese caballero que lo será todo.
Porque aunque sabemos que el amor puro y leal no existe,
seguimos buscándolo como pobres inocentes,
pero no siempre el que busca encuentra,
ni el que la persigue la consigue.

Porque aunque nuestros amigos nos digan un millón de veces
que el amor es una reacción química,
que podemos elegir de quien enamorarnos,
seguiremos anhelando las mariposas revoloteando en nuestro estómago,
o la incertidumbre de no saber a quién esperamos.

Porque pienso que el amor es algo más,
llega cuando menos te lo esperas,
como quien ve una estrella fugaz al mirar al cielo,
porque hay veces que los deseos se conceden,
sólo que no te imaginas quién será el genio de tu lámpara,
porque hay veces que aunque no digas nada, ya lo dices todo.

Porque pienso que el amor es como esa canción
que te hace temblar de placer y te eriza la piel,
porque pienso que es como la compenetración entre el músico y la melodía,
que aunque pasen los siglos, es eterna.

Ojalá todo fuese tan perfecto, tan increíble,
pero los errores nos enseñan que los recuerdos abrasan más que las caricias,
que las miradas duelen más que las puñaladas,
y las mentiras se nos clavan como espinas, una a una.

Y mientras esto pasa el tiempo no se detiene,
sigue actuando como juez imperturbable,
mientras el pequeño Cupido que llevamos en el pecho
está consumiéndose en sus propias cenizas,
está abatido por su torpeza, por enamorarse de quien no debía,
por esperar demasiado,
por anhelar esos besos en el cuello que se descontrolarían hasta el amanecer.

Porque a veces es más peligroso el anhelo que el fuego,
porque a veces simplemente no queremos escuchar las advertencias,
porque todo es más divertido si hay cierto riesgo,
porque sólo a veces, el que juega con fuego es porque quiere quemarse.
Porque al final, todos buscamos a alguien con quien abrasarnos.
porque siempre renacemos de nuestras cenizas.

Porque a veces necesitamos sentir el calor que emanan dos cuerpos fundiéndose,
porque a veces una pequeña cerilla puede provocar el incendio más devastador,
porque todo se termina apagando, consumiéndose,
porque sólo a veces, buscamos al más frío,
porque el hielo también quema.

Al final, elijamos lo que elijamos,
siempre acabamos envueltos en llamas.














Comentarios

  1. Esa primera estrofa es mágica, se ha hecho larga la espera, pero mereció la pena😍

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay nena, muchisisimas gracias.
      Así da gusto escribir.
      Un besazo enorme😘

      Eliminar
    2. La integral de superficie viene dada por la parametrizacion de la curva sobre el reciento R de dominio (x, y, z).
      Fdo.: F. Guil Guerrero

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares