La Guerra de los Titanes

Qué diferencia hay entre perder y ganar,

si al final no me quedo con nada,

si habéis arrasado con todo a vuestro paso,

si ya no me tengo ni a mi.

No sé si te fue fácil o difícil,

ya no quiero saberlo,

prefiero que la curiosidad mate al gato,

porque yo quiero vivir.

Contigo o sin ti,

eso ya lo decidiste tú.

No sé si me echas algo de menos,

o simplemente me echas,

de tu vida, de tus recuerdos.

Ya no quiero saberlo,

me ha dejado de importar,

y esta vez,

no ha sido culpa mía.

Qué recuerdos cuándo yo te decía

que te extrañaría 5 días,

pues bien,

esta vez solo han sido 3,

pero te regalo los otros dos,

para cumplir mi profecía.

No sé si fue un impulso o apreté demasiado,

no te pedí ser fuerte,

no te pedí la Luna,

solo que estuvieras ahí.

Pero huiste de la manera más ruin,

dando un portazo y tirando las llaves,

pero con la posibilidad de poder volver.

No sé si entiendes que no hay probabilidades,

que quien se va,

es para no volver.

Ahora es tiempo de afrontar,

y palidecer ante las decisiones

que tomamos por temer.

Qué equivocados estábamos,

cambiamos las causas por los efectos,

y sí,

el orden si que importa.

Jodimos el final por miedo al principio,

rompimos papeles y quemamos libros,

por miedo a la responsabilidad.

Ardió Troya,

y también un poquito de mí.

No sé si mentirme es la mejor opción,

pero a veces,

cada vez menos poquitas veces,

te echo de menos.

En el silencio,

cuando pienso en todo,

y todo se derrumba.

No sé si realmente pude elegir bien,

o simplemente todos nos equivocamos,

de bando,

de elección.

Pero ya da igual,

porque la tormenta ha pasado,

y solo han sobrevivido los que esperaron en el ojo del huracán,

viendo el desastre.

Que si fuerzas mucho el puente se rompe,

y te caes,

pero tú decides si ahogarte,

y yo decidí salir a flote,

contigo o sin ti.

Y estoy mejor así.